Siempre me han gustado las manualidades, y cuando me quede embarazada de mi primera hija, Julia, me dio por el punto de cruz.
Empece por un cuadro con su nombre y posteriormente un medidor. Y cuando a los 3 años nacio mi segundo hijo, Miguel, todo el mundo me decia: -¡Ya no vas a tener tiempo de hacer mas punto!-
Pero se equivocaron, porque me dio tiempo ha terminar un cuadro con su nombre.
Tras el nacimiento de Miguel ya no me dio tiempo ha seguir y ahora que ya tienen 5 y 2 años respectivamente, quise encontrar otra manualidad y este verano llegaron a mi vida los amigurumis.